Luis Javier Villegas Botero

Escritor, Profesor emérito y honorario de la Universidad Nacional de cuya Facultad de Minas de Medellín elaboró una importante investigación plasmada en la obra «La Facultad de Minas 1970 – 2012, 42 años de historia para las generaciones futuras».

Ha presidido diversas organizaciones académicas como el Centro de Historia de Envigado y la Academia Antioqueña de Historia.

Estudioso de la obra de Fernando González produjo el importante ensayo «Viajando hacia la Intimidad, Fernando González: pensar e historiar en contravía»,  que es uno de los más profundos y sesudos análisis sobre el Mago de Otraparte y cuyo Capítulo final transcribimos:

«Concluye una etapa, el camino sigue

Qué más quisiéramos que seguir nuestro camino acompañando al jesuita suelto y juguetón en sus andanzas. Pero otras ocupaciones nos llaman. Por ello, aunque con desazón, hay que retirarse de los campos de batalla a los cuarteles de invierno.

En más de una ocasión se oye la pregunta, que uno mismo se hace, de por qué se dio tal rebeldía en este hombre a quien se le ofrecían tantas posibilidades de «triunfar en la vida», esto es, de ser un personaje de primer rango en la vida social. Nacido en el seno de una familia acomodada educado en los dos más prestigiosos establecimientos con que contaba entonces la capital antioqueña, el Colegio San Ignacio y la Universidad de Antioquia, casado con la hija de un expresidente de la Republica y ligado con las principales familias de la vida política y económica, sin embargo echó por la borda esas ventajas recibidas para irse a caminar, descalzo y sin equipaje, por los vericuetos de inhóspitas montañas.

Como es obvio, no encontramos más explicación que la voz interior que lo llamaba, ese daimon que, como a Sócrates, lo aguijoneaba a no claudicar en el enojoso oficio de buscador de la verdad, desenmascarador de simulacros y demoledor de pedestales para disimular la pequeñez de estatuas de falsa grandeza. Esto lo llevó a una opción decidida por vivir a la enemiga por andar en contravía, como critico implacable. Por ello se hizo solitario, su camino no era del agrado de los poderosos, su burla sarcástica hería el orgullo de los vanidosos. Su único compromiso, en palabras de san Agustín, era con la verdad.

Con todo, en ese peregrinar solitario, con una soledad querida, buscada y asumida, contó con la alegría de tener siempre a su lado una dulce mujer, su esposa bondadosa y amada tanto más cuanto ella supo admirarlo, despreciarlo y compadecerlo, como tantas veces repitiera.

Aquí, desde la orilla de «La Sebastiana» rumorosa que se despeña desde el alto de Las Palmas hacia el río Medellín, a la vista de las grandes rocas de esta quebrada cuya agua ha perdido su antigua diafanidad, tratamos de vivir las lecciones del método emocional, de sentirnos tan hijos del sol como de la tierra, de expandimos hasta echar raíces en los astros, para buscarnos también un sol que titile y azulee allá a lo lejos. Y al ver su quebrada Ayurá, domesticada hoy por muros ciclópeos y convertida en albañal, le pedimos al bondadoso padre Elías viejo cura en propiedad del Envigado, que no se canse de espolearnos».

Desde la izquierda, Edgar Restrepo Gómez, Presidente del Centro de Historia de Envigado, el Profesor Luis Javier Villegas Botero y Alfredo Vanegas Montoya, Presidente Fundador de la Corporación Fernando González «Otraparte».

Registros gráficos frente al Palacio Municipal de Envigado el 5 de Octubre de 2022