Hernando Hurtado Hurtado

Hernando Hurtado Hurtado en la Residencia Campestre de Alfredo Vanegas Montoya y Beatriz Jaramillo Vélez, La Pastora, La Ceja, Antioquia, Colombia.

Homenaje Póstumo:

IN MEMORIAM DE HERNANDO HURTADO H.

Esta ceremonia para despedir al esposo, al padre, al abuelo, al hermano, al suegro y al amigo, tiene múltiples connotaciones.
Insensato sería ignorar el duelo de familiares y conocidos al registrar la partida del ser que se ama y admira y con quien se ha trasegado durante muchos años. Mas, a la natural tristeza, podemos imprimirle un ingrediente del gozo que caracterizó la existencia de Hernando.
Hace varias semanas, con suma tranquilidad, manifestó que vivía preparado “para todo”, sin temor ni angustia. Le respondimos: está muy bien, pero no acoses mucho que no hay afán. Con su amable sonrisa replicó: me han dicho los médicos que esta situación no se prolongará. Evadimos el tema y escuchamos sus recomendaciones donde insistía en el afecto a su familia y a sus amigos. “Despídanme de todos y recuérdenles cuanto los he querido”.
En este postrer momento cumplimos el compromiso y transmitimos sus palabras.
Registrar el tránsito vital de un hombre culto no es muy complejo. Fue un ser de libros y principios. Jamás lo vimos alterarse. Razonaba hasta la saciedad citando sin devaneos los clásicos que le acompañaron siempre. Leal, cumplidor y transparente en los importantes cargos que desempeñó en actividades públicas y privadas. En el ejercicio como profesional del Derecho mantuvo la preocupación por el resultado de los procesos a su cargo, sin importarle el valor de los honorarios y con su habitual generosidad llegó a desprenderse de sus recursos para auxiliar a quien requiriera su apoyo.
Su alegría de vivir fue manifiesta: en la academia y el trabajo afrontaba con esmero y sabiduría complejas situaciones. No escatimó esfuerzos para cumplir sus compromisos intelectuales, laborales y sociales. Viajero desde joven trasegó sin fronteras y en veces, ligero de equipaje, al retornar sorprendía con sus recuerdos: un libro, una postal o un chocolate, según el peso de su bolsa.
Te extrañaremos Hernando en los Seminarios, Cursos, y eventos universitarios, en la Biblioteca Pública Piloto y en las tertulias de Carulla, La Marquesa y Monterrey.
Tu imagen, principios y ejemplo serán eterna compañía. Honraste Hernando a la sociedad y ahora familiares y amigos, honramos tu memoria. Sic itur ad astra !
Seguid hacia el sol !

Alfredo Vanegas Montoya