Alfredo Vanegas Montoya, frente a la Catedral de Managua, Nicaragua, con William Agudelo Mejía, Escritor, Poeta, Músico y Escultor nacido en Colombia, naturalizado en Nicaragua. William nació en Venecia, Antioquia en 1942, estudió en Envigado, Sopetrán y La Ceja, Antioquia, Colombia, es co-fundador de la comunidad Nuestra Señora de Solentiname en el Gran Lago de Nicaragua (1966-1977) donde, con Ernesto Cardenal, ha desarrollado su labor social y literaria.
Obras: Nuestro lecho es de flores (Editorial Joaquín Mortiz, México 1970), traducido al alemán. El asalto a San Carlos (Editorial La Ocarina, Ministerio de Cultura, Nicaragua 1983), El Ángel de San Judas (Fondo Editorial Asociación Noruega de Escritores y Centro Nicaragüense de Escritores, Managua 1997). Ha participado en el Festival de Poesía de Medellín, Colombia y en gran cantidad de eventos poéticos y literarios internacionales.
¿QUÉ ES EL JAZZ?
a Juanra Sanín
Las manos de Charlie como tarántulas
tejiéndole en la guitarra la trama a su mujer
que – zapatos transparentes de alto tacón – dále
con los vibrattos y voces rajadas mientras
el negro abrazado al contrabajo como a
una negra haciéndole ton ton con el dedo
blanquea los ojos saca la lengua como un
ahorcado rechina los dientes secretea
obscenidades tierno lijar de la escobilla
manos sobre parches murciélagos aleteantes
el cara-de-mono sobre su corcel de nogal
y cromo y de pronto la locura pedazos
de bronce cueros desgarrados el dios
y sus ocho brazos empalillados los pies
en los pedales con furia leviatánica
revoloteándolo el estómago nos tiembla
como ijares de potro asustado y Charlie
dále con las progresiones raras como los peces
de las fosas marinas un queso kraft
su calva a la luz del coliseo el negro
que se agacha sudando hasta las notas agudas
y da un salto ansioso y seguro agarrando
las graves junto a los clavijones obsesionado
en el repetir variado hasta que Charlie mete
cuñas de acordes entre ton y son y vuelven
los palillos con su ratratarata matemáticamente
atropellado mientras la muchacha de al lado ruidosa
suspira y se ajusta la cinta de su bra qué carajo
“. . . si tiene que preguntarlo nunca lo va a saber.”